Las
jeringas tal como hoy en día las conocemos (jeringa más aguja)
comenzaron a usarse en 1853 por el Dr. Pravaz en Francia, las primeras
eran metálicas y el émbolo solía ser de cuero. Anteriormente hubo varios
intentos de introducir fármacos en los tejidos, mediante incisión y
frotamiento, mediante incisión y cánula, mediante incisión y
“protojeringas “ o mediante jeringa con el cono afilado.
Podéis clicar en las fotos para verlas aumentadas.
Podéis clicar en las fotos para verlas aumentadas.
La
más antigua de mi colección, es de los años 20 del siglo pasado, y es
un ejemplar de vidrio y acero con el émbolo de porcelana y cazoleta a
rosca:
A
continuación y como detalle curioso, os muestro un muelle que impedía
que el émbolo se deslizara solo y una jeringa con el cono metálico para
fijación de la aguja por rotación.
Aquí podéis ver jeringas de inmunización, de insulina y otras de 3 y 5cc.
Otro
ejemplar llamativo, una de 50cc para administración lenta de fluidos
intravenosos, que al principio obligaba al “Practicante” a permanecer un
par de horas en la cabecera del paciente realizando la inyección.
Si
os habéis fijado en las cajas, hay detalles curiosos como el precio,
marca etc, en las dos siguientes imágenes os muestro el certificado de
garantía e instrucciones de uso y esterilización de estas jeringas de
vidrio.
Más
detalles, observad la diferencia de tamaño de los conos, uno es el cono
LUER y el otro es el RECORD, cada uno tenía sus agujas (hoy en día la
prevalencia del tipo LUER es casi universal), pero claro, esto era un
engorro para los profesionales así que aparecieron los adaptadores.
Todas
las imágenes son propias y las jeringas son de mi colección particular,
así que están a vuestra disposición, si alguien necesita una foto con
mayor definición no tiene más que dejarme su correo electrónico y os las
envío.